La devoción a la Divina Pastora de las Almas llega a Málaga a los pocos años de su eclosión en Sevilla. La imagen, atribuida por diversos estudios al imaginero José Montes de Oca, data de los años treinta del siglo XVIII, por lo que fue esculpida al calor de la incipiente costumbre de representar a la Madre de Dios como Pastora de las Almas. Una crónica de 1791 recogida por el ilustre malagueño Narciso Díaz de Escovar en su publicación periódica Efemérides malagueñas afirma que
el 4 de mayo de
1791 se celebraron en el barrio de Capuchinos grandes fiestas en honor de la
Divina Pastora”. Díaz Escovar señala que los frailes capuchinos, cuya presencia
en la ciudad está documentada desde comienzos del siglo XVII, “dedicaban
notables funciones religiosas a la Divina Pastora, especialmente al llegar la
época de su novena.
Divina Pastora de
Málaga, realizada por José Montes de Oca en el siglo XVIII.
Se creó la
Hermandad y a ella pertenecían los vecinos más distinguidos y piadosos del
barrio, que pagaban una pequeña cuota, prosigue la nota de Díaz de Escovar, lo
que indica que la Hermandad, que posteriormente pasó a denominarse Congregación
de la Divina Pastora de las Almas, ya existía como tal a finales del siglo
XVIII. La expulsión de los frailes capuchinos a mediados del siglo XIX, con la
desamortización, no mermó el culto a la Virgen y, a mediados de esa centuria,
se relanzó su Hermandad y la organización de la novena. En 1865, un sacerdote
conocido como el padre Félix organizó coros que cantaban en las misas las
coplas dedicadas a la Pastora.
El cardenal beato
Marcelo Spínola y Maestre fue un gran impulsor de la devoción pastoreña durante
su etapa de obispo de Málaga, a finales del siglo XIX. En el año 1906 se
aprobaron nuevos estatutos para la Congregación de la Divina Pastora de las
Almas de Málaga. Además, perduran documentos sobre la novena en ese año y
anteriores. En 1920, llegó a predicarla el padre Tiburcio Arnaiz. Durante la
República hubo un intento por parte de la milicia de demoler la iglesia pero,
según las crónicas, los republicanos del barrio de Capuchinos se opusieron
porque dentro estaba su Patrona.
En 1930, los cultos
cambian de fecha y se celebran en junio en vez del mes de mayo. Durante la
Guerra Civil Española se interrumpen las manifestaciones religiosas en honor de
la Pastora malagueña, pero se conserva su talla, al instalarse junto al templo
un hospital militar. La Tercera orden de San Francisco retomó de forma modesta
el culto a la Divina Pastora de las Almas hasta que la Congregación fue
reorganizada en el año 1948, de la mano de don José Claros López, que fue
nombrado Hermano Mayor Perpetuo.
Este breve repaso
histórico confirma que la devoción a la Divina Pastora de las Almas ha
permanecido prácticamente inalterable desde mediados del siglo XVIII en el
barrio de Capuchinos, del que es Patrona y Protectora. En 1970, la imagen se
convirtió en titular principal de la parroquia creada en 1951 en el templo con
el nombre de Santa Teresa de Jesús. Además, la Divina Pastora es Patrona del
Deporte Nacional, lo que ha fomentado la relación de su Congregación, desde que
se reorganizase en 1948, principalmente con diferentes entidades deportivas de
la ciudad de Málaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.